El ciclo de vida de servicio como núcleo de las buenas prácticas de ITIL
Como mencionamos en la entrada anterior, las funciones y los procesos son parte importante del ciclo de vida del servicio. Primero van las funciones, las cuales son unidades especializadas de organización para realizar diferentes tipos de trabajo, responsables de salidas específicas; mientras que los procesos son ejemplos de sistemas de ciclos cerrados porque proporcionan cambios y transformaciones hacia una meta, y usan retroalimentación para reforzar en sí mismos acciones auto-correctivas, caracterizándose por que:
- Son medibles y son guiados por el comportamiento.
- Tienen resultados específicos.
- Son entregados a usuarios internos o externos.
- Responde a un evento en específico. Deben tener trazabilidad para dicho evento
A su vez todas las etapas se encuentran unidas por la Mejora Continua del Servicio, de tal forma que cada etapa del ciclo de vida influencia y se apoya en las otras etapas, brindando retroalimentación o entradas a las demás. Si se practica una continua revisión del servicio a través del ciclo de vida del mismo se asegura que así como las demandas del negocio cambian con las necesidades del negocio, los servicios también pueden adaptarse y responder efectivamente a estos cambios.
Avanzando en el tema, podemos apreciar en la figura que el ciclo de vida del servicio sigue un diseño radial, dónde la estrategia del servicio se encuentra en el núcleo, mientras que el Diseño, Transición y Operación del servicio, se encuentran en la capa siguiente del núcleo representando la evolución de las diferentes etapas del servicio.
Fuentes consultadas:
The Official Introduction to the ITIL Service Lifecycle.
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